PORQUE AQUÍ Y AHORA
Coach Kirssy Lorenzo"
“El
pasado es historia,
el futuro un misterio
pero el hoy es un regalo,
por eso se
llama presente"
Kung Fu Panda, La película
Nuestro entorno, nuestra cultura, nuestros padres,
el medio, nos ha predispuesto a vivir bajo una terrible percepción de carencia.
Basándonos en que “no hay” todo es más difícil. Vivimos en un ajetreo, en una presión
contaste, bajo altos niveles de stress y con una maldita ansiedad, esforzándonos
o resignados a ese por-venir que cuando llegue, nos hará sentir “felices”. Pero,
¿qué pasa cuando llega y no te sientes como esperabas? ¿O esa sensación te dura
muy poco? Nada parece ser suficiente. No hay suficiente dinero, suficiente
belleza, suficientes cosas que no nos den más que un alivio temporal.
El pasado nos
angustia. No queremos volver a él y sin darnos cuenta lo vivimos reviviendo,
por lo que lo tenemos delante de nosotros, conscientemente o no.
El futuro * ¿Dónde está
nuestro futuro? Sólo
en nuestra cabeza, pues no ha ocurrido, no se puede tocar y aunque tratamos de
controlarlo, medir su impacto y tomar las precauciones, sigue siendo todo una
incertidumbre. Sin embargo, a pesar de esto sigue teniendo un gran poder sobre
lo que solo y únicamente puedes vivir:
El ahora: ¿podemos estar en 2
lugares a la vez?
Definitivamente no, pero lo hacemos en nuestra mente y solo logramos con ello,
dejar de vivir lo que si está ocurriendo: EL AHORA.
Nuestra vida ocurre aquí y
ahora. Pero tendemos a no estar presentes, a no ver que estamos hoy y en este
lugar, sufrimos. Nuestro apego a situaciones erróneas nos hace daño.
Permanecemos en un mundo irreal, en el que nuestra mente no encuentra sosiego.
Los pensamientos van y vienen sin pausa desde las experiencias pasadas a los
sueños futuros. Nos comparan con lo que dijimos que íbamos a ser, lo que
nos dijeron que debíamos ser o aquello que nunca seremos.
Para permitirnos estar aquí y
ahora hay acciones que podemos practicar:
* Muévete: cada
vez que te vas entrando en pensamientos que no te van a servir o ayudar, sacúdete,
cambia de posición física.
* Cállate: aunque
parezca rara, dile a tu mente que se calle, internamente o verbalizado. Pero toma
el control. Sentirás un silencio muy placentero.
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