PORQUE LOS HOMBRES INTELIGENTES SE CASAN CON MUJERES INTELIGENTES

ROMPIENDO EL MITO DE QUE LOS HOMBRES LAS PREFIEREN BRUTAS

Era el caso de mi clienta Tamara. En sus treinta y picos,  soltera, contaba con éxito profesional, el cual a la vez  le generaba grandes beneficios económicos. Sin embargo, esto no impedía que cada nuevo cumpleaños la ansiedad, la presión social y una que otra tia anticuada, la hicieran pensar que se quedaría jamona, a pesar de verse bien y ser una persona muy agradable. Luego de un par de anos de angustia, Tamara conoció al hombre de sus sueños, un ejecutivo que le lleva unos 5 anos de edad y que profesionalmente estaba progresando. Con esto Tamara sale de la lista de un gran numero de ejecutivas preocupadas por su futuro amoroso y por el mito de que el éxito de ellas intimida a los hombres.

Para agravar el miedo, súmale el refrán que dice “que los hombres las prefieren brutas”  y cunde el pánico.  Porque? Si las estadísticas evidencian otra cosa. Y es que para el hombre de hoy que la mujer gane mas no es descalificativo para  una relacion. La selección de la indicada, se basa en una serie de valores, compatibilidades y aspiraciones, que más que restar, la inteligencia  y el éxito apoyan. El compartir la vida con  alguien que además de que sería la esposa perfecta, la madre ideal y la amante fiel, también sea la compañera de jornada, se traduce en mejora en la calidad de vida de ambos y ampliación en  las posibilidades para los hijos y el futuro en común.

La mujer que dice  que su inteligencia y éxito intimida a los hombres, puede que encuentre en esto la excusa perfecta para no hacerse responsable de su parte en su fracaso sentimental. Una relacion no se basa en la comparación de  curriculums.

LOS HOMBRES QUIEREN MUJERES SIN COMPLEJO DE CENICIENTA

Descrito por Colette Dowling  este complejo refiere al personaje de Disney, comparándolo con la mujer de hoy  que es autosuficiente pero insegura y dudosa de poder hacerla con su vida sola, por lo que esta en la constante búsqueda de esa figura idealizada que la supere, en dinero, preparación, éxito y/o  cosas materiales.

En mi trabajo como dating coach he descubierto en algunas de mis clientas, una gran frustración en este tema.  Para reafirmar su seguridad y evitar sentirse rechazadas, en sus primeros encuentros proyectan mucha seguridad y autonomía económica. Precisamente el hombre que valora esto, es quien mas atraído se siente hacia esta mujer y avanza en el cortejo. Cuando ellas  se ven enfrentadas a un hombre que no tiene planes de asumir el rol de proveedor, se desencantan, pelean, confrontan y terminan la relación. No se dan cuenta que es lo que están atrayendo con su actuación.

CASOS REALES

A Michael, un cliente de 45 anos, le resultaba muy difícil entender esto. Luego de muchas relaciones fallidas, emociones agotadas, dinero malgastado e hijos que mantener de diferentes relaciones,  el no lograba entender porque no conseguía lo que quería: Una mujer de 27-32 anos, con exito profesional, con una gran figura y  sensualidad. Estas preguntas lo ayudaron a ubicarse: Si tienes tanto éxito, si estas tan bien económicamente, A que le temes? O no te crees tal éxito?. Si te involucras con alguien tan competitivo como tu, tendras lo que necesitas en una relacio? En serio, lo crees? Crees que una mujer realizada de 30 anos, se sentirá “éxitosa” con un hombre 15 anos mayor que ella y que tiene que dedicar sus fines de semana y parte de sus ingresos a varios hijos? Estas dispuesto a pagar el precio de hacerte el ciego a ciertas realidades? Porque esperas recibir mas de lo que estas dispuesto a dar?. El responderlas le abrió los ojos y  pudo despertar de su fantasia egocentrica y reajustar sus expectativas, a mas realistas, humanas y que realmente lo lleven a sentirse realizado y amado.

Encontrar a alguien que  conecte contigo a un nivel donde tus y sus necesidades de amor, respeto, ternura, empatía, admiración, amistad y  sexo, sean llenadas, es la meta de una relacion sana, real y a largo plazo.  Estoo no te lo garantizara ningún éxito profesional, posición económica, ni un anillo de compromiso en diamantes.