publicado en REVISTA MUJER UNICA, Marzo 2016
Quisieras encontrar la fórmula mágica para que las horas te rindan más?
¿Tener la energía para jugar con tus hijos cuando llegas cansada del trabajo?
¿Poder aprender inglés y aumentar tus ingresos? ¿Lucir siempre como si acabaras
de salir del salón? ¿Ver Tv sin quedarte dormida? ¿Controlar esa tentación de comer
eso que te engorda? ¡Bienvenida al club!
Hoy quiero aportar algo de paz a tu alma,
porque te la mereces y ayudarte a descubrir la verdadera fuente de eso que
sentimos que no nos permite, ni ser todo lo que pudiéramos ser ni mucho menos
estar conformes con nosotras mismas y darnos el permiso de sentirnos plenas y felices.
Para ello necesito que entremos en tu cabeza:
” Y la verdad os hará libres”
Nuestro cerebro, es un órgano muy antiguo.
Tiene desde que evoluciono, aproximadamente unos 3 millones de años. Dada que
las condiciones en aquellos tiempos eran muy peligrosas, el humano tenía que
estar constantemente alerta, fuese para que un depredador no se lo comiera o
para que otra tribu no robara su cueva y matara a su familia. Para poder lidiar
con esta situación y disponer de las energías para accionar a tiempo frente al
peligro, el cerebro desarrollo patrones. Grabo aquellas conductas más comunes
y/o repetidas, con el fin de ahorrar energía. Así en vez de pensar cada día que
hacer, era repetir la rutina grabada. Esto liberaba recursos para accionar
frente al peligro y le ayudaba a controlar su entorno.
Hoy, con el mismo cerebro, funcionamos igual,
aunque las circunstancias hayan cambiado. Las conductas, las emociones y los pensamientos
que aprendimos y grabamos, fueran buenos o fueran malos, (la gran mayoría de
ellos durante los años de formación), serán repetidos por cada uno de nosotros hasta
la muerte.
¿Cuantas veces te has visto a ti misma hacer
cosas que detestabas ver hacer a tu madre? ¿No has querido soltar un mal hábito
y no has podido? ¿Cuántas veces has querido emprender una acción, que deseas
con todo tu corazón, y el deseo no ha sido suficiente para hacerlo? ¿A cuántas
personas le has tolerado conductas inadecuada y ni siquiera entiendes por qué
lo aceptas? ¿Tienes una meta y sabes exactamente lo que tienes que hacer para
lograrla, pero no das el primer paso?
No eres tú.
Es la forma en que funciona tu cerebro. Pero tú eres mucho más que un órgano.
Hemos partido de supuestos sobre nosotras mismas.
Hemos asumido que es lo que nos toca, pero no estamos disfrutando el proceso,
es más bien una tortura que no acaba y parece que acabara con nuestra
existencia, antes de que podamos terminar la lista de los “pendientes”.
SER VULNERABLE
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Por eso, para comenzar ese fabuloso trayecto
que es vivir tu vida, tienes que elegir cambiar. Tienes que elegir quien
quieres ser más allá de lo que te toco, de lo que pauta tu cerebro y de las
influencias de la cultura en la crecimos.
¿Cómo comienzas?
El cambio comienza con el autoconocimiento.
Para conocerte debes auto observarte para que vayas entendiendo tus patrones y
elijas modificar y sustituir aquellos que ya no te sirven, para la vida que
definas que, a partir de ahora, mereces vivir.
1.
Aprendimos de nuestra
crianza, que cuando hacíamos énfasis en lo que estaba mal, se corregía. Es una
forma de rechazo y esto genera dolor de verdad en el cerebro, tanto como el
dolor físico. Para evitarlo, corremos a reparar lo que está dañado sobre
estimulando el detector de errores en nuestro cerebro (ver columna azul) y
llevando a patrones donde cada día nos resulta más fácil encontrar las faltas,
y con ello recibir más y más dolor. Cuando recibimos reconocimiento de otros se
estimulan nuestros centros de placer y nos sentimos bien. Ese reconocimiento
nuestro cerebro también lo puede aceptar desde nosotros mismos. Así que cada día
junto con el diario que te recomiendo a continuación, escríbete palabras de reconocimiento
por lo que realmente hiciste bien, por lo buena que eres, por tus buenos
pensamientos para con las personas.
2. DIARIO DE EMOCIONES Inicia un diario, compra un cuaderno solo para este fin.
1.
Úsalo mínimo por un mes.
Pero puedes quedarte con el hábito toda tu vida.
2.
Anota que problema
tuviste ese día o que no salió como querías.
3.
Identifica que emoción te
llevo a tal acción o inacción. Que buscabas lograr con lo que hiciste. Buscamos
placer o evitar el dolor (mira el cuadro)
4.
Piensa y escribe (es
importante escribir) Que resultados vas a seguir obteniendo cada vez que sigas
ejecutando dicha acción. Mira todas las consecuencias negativas para ti, para
tu familia, para que la emoción que ahora sientas, con el ejercicio, te motive
al cambio.
5.
Busca (y se creativa) que
otra acción pudiera darte lo mismo sin estas consecuencias. Evalúa 2
alternativas mínimo.
6.
Revive nuevamente lo que
paso ese día, pero aplicando la nueva acción.
7.
Felicítate y escríbete
palabras de aliento y aprobación porque eres capaz de cambiar. Es muy
importante para impulsar la nueva acción la próxima vez que se presente.
3.
La meditación (más
sencilla de lo que puedas pensar), focalizar tu atención conscientemente más en
lo que te gusta, que en lo que no, Comer en horarios regulares (para que tu
cerebro obtenga la glucosa que necesita para funcionar y no se ralentice),
buenas posturas, actos intencionados de caridad, darte aprobación, son algunos
de los recursos que pueden ayudarte a lograr alcanzar la plenitud que mereces. ¡Vamos,
tu puedes!
Tú tienes todo lo que necesitas para definir cómo
quieres vivir TU VIDA hoy.
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